Artículo del director de Rosfinmonitoring Yu. A. Chijanchin para la revista americana The National Interest (10 de febrero de 2023)
Rusia sigue fiel al cumplimiento estricto de sus compromisos en el ámbito de la lucha contra los ingresos criminales. A lo largo de los 20 años de membresía en el GAFI hemos podido entrar en el grupo de los países con el régimen antiblanqueo más desarrollado del mundo. La evaluación integral del GAFI de 2019 confirma este resultado.
Además, el servicio de inteligencia financiera de Rusia, durante los últimos años, acumuló una experiencia única que comparte gustosamente con todos los países interesados. Se está implementando activamente una serie de proyectos educativos dirigidos a aumentar el potencial de las autoridades del orden público en Asia Central, América Latina y también en el continente africano.
El año 2022 resultó ser extraordinario desde el punto de vista de los intentos de politizar el funcionamiento de las instituciones en el ámbito de la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo (PLA/FT). Siguiendo ciegamente el objetivo de causar a Rusia una «derrota estratégica» como venganza por el intento de acabar con una injusticia flagrante presente en Ucrania durante muchos años, se ve claramente el intento de ajuste de cuentas en diversas plataformas de diálogo.
Es aplicable también a las estructuras de peritaje técnico que contribuyen a la cooperación internacional en el ámbito de la prevención de diversos crímenes financieros: GAFI, EGMONT e Interpol. Da la impresión de que los autores de las iniciativas antirusas, en su afán de «expulsar» a Rusia de todas partes, han perdido por completo la conexión con la realidad, olvidando las consecuencias nefastas del desmantelamiento del sistema global de la PLA/FT.
A pesar de las medidas tomadas por la comunidad internacional, la amenaza del terrorismo no cede. Es bastante ingenuo creer que los terroristas y sus cómplices olvidaron los planes de llevar a cabo ataques contra la humanidad. Los terroristas se adaptan hábilmente a la realidad actual y aplican los avances tecnológicos a sus necesidades.
Se han agudizado los problemas del crimen transfronterizo y la fusión de organizaciones terroristas con elementos criminales que se dedican al tráfico ilícito de drogas. En este contexto es importante recordar que la mayor parte de la producción mundial ilegal de opio (el 86%) tiene lugar en Afganistán y el incremento potencial de flujos de droga desde este país puede desestabilizar la situación en cualquier región del mundo.
Por esta razón, la Federación Rusa enfoca una parte considerable de sus esfuerzos a la prevención del lavado de activos ilícitos y el financiamiento del terrorismo en el grupo Euroasiático, creado a semejanza del GAFI. El grupo euroasiático está compuesto por los países fronterizos con la antigua República Islámica.
Las autoridades competentes de Rusia, habitualmente, contribuyen, dentro de sus posibilidades, a la seguridad de los sistemas financieros regionales e internacionales. Las estadísticas son muy claras: como resultado de nuestras solicitudes, en los países extranjeros han sido «congelados» los activos de cerca de 2 mil personas involucradas en el terrorismo. Sin embargo, con la aplicación de sanciones unilaterales contra Rusia la situación con la seguridad financiera mundial empeoró objetivamente.
La atención de las estructuras especializadas, pagadas con el dinero de los contribuyentes y que deben luchar contra el crimen, se distrae buscando activos rusos para su posterior bloqueo ilegal. Por consecuencia se quedan sin investigar importantes infracciones transfronterizas.
¿En qué acabarán los intentos de disminuir el papel de Rusia en los procesos mundiales de antilavado? La respuesta es evidente: como mínimo disminuirá la seguridad del sistema financiero global. Cualquier limitación del intercambio de información sobre las operaciones relacionadas con el terrorismo, las drogas, el fraude, la ciberdelincuencia, el lavado de dinero y demás infracciones importantes, dificultan la búsqueda de activos ilegales. La persecución de grupos criminales peligrosos corre el riesgo de cesar de facto.
Como resultado, los únicos que obtendrán beneficios de estas acciones irreflexivas son los criminales, incluyendo aquellos que cometieron infracciones económicas en los países que «congelaron» los contactos con Rusia, tan útiles y ventajosos para ambas partes en el ámbito de la seguridad jurídica. No cabe duda que estos elementos criminales no dudarán en utilizar estas vulnerabilidades para satisfacer sus intereses.
Los estados que rechazan la cooperación con las autoridades competentes de Rusia en asuntos especiales de la lucha contra el crimen, en realidad, «se disparan en su propio pie», poniendo en un grave e innecesario riesgo la seguridad de sus propios ciudadanos y la nación en general.
La autoridad del GAFI, que siempre se ha destacado por su profesionalidad y peritaje de calidad, se ve mermada. Es muy triste que las declaraciones que permanentemente suenan en sus sesiones, sobre la necesidad de promover la cooperación internacional en el ámbito de la prevención del financiamiento del terrorismo, sin politización ni doble moral, ahora no sea más que demagogia. Nuestros ex socios occidentales, claramente no se dan prisa por implementar estos lineamientos en la situación actual.
Parecería que, en la historia de las relaciones entre Rusia y los países occidentales, incluyendo los EE. UU., hay bastantes ejemplos de cooperación exitosa en las líneas de la lucha contra el terrorismo y el crimen. Gracias a nuestra cooperación fue posible salvar vidas humanas, llevar ante el juzgado a personas responsables de crímenes económicos y fortalecer la seguridad financiera común. ¿Para qué destruir aquello que fue construido durante años?
enlace al artículo: aquí